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  • Coincidiendo con el Día Internacional del Medio Ambiente y la recta final de la campaña por las europeas
  • La entidad alerta de que esta próxima legislatura europea es clave por el éxito o el fracaso de la agenda climática.

Coincidiendo con el Día Internacional del Medio Ambiente y con la vista puesta en las elecciones europeas del domingo 9 de junio, Renovémonos fauna llamada a votar en clave climática. Según el IPCC (Panel científico Intergubernamental de Cambio Climático) si en 2030 no se alcanza el hito de una reducción del 43% de las emisiones de efecto invernadero respecto a 2019 será muy difícil llegar a las cero emisiones en 2050 , y por contener el umbral de seguridad climática de los 1,5 °C, a partir del cual las consecuencias del calentamiento pueden ser muy graves y entrar en un bucle de retroalimentación en el proceso de calentamiento de consecuencias imprevisibles.

Dado que históricamente la UE ha tenido hasta ahora un papel de liderazgo en las negociaciones climáticas, Bruselas siempre se ha convertido en un campo de batalla entre los partidarios de seguir avanzando en la transición verde de la economía (partidos de izquierdas y verdes) y los partidarios de hacerlo pero no ir tan rápido (derecha y liberales). Pero últimamente han aparecido nuevos actores políticos que defienden sin tapujos derogar toda la agenda política ambiental de la UE (ultraderecha y populistas). Y no son sólo palabras, Meloni en Italia ya ha prohibido las instalaciones fotovoltaicas en suelo agrícola, pese a ser uno de los países con menor implantación de energía solar de Europa y con uno de los precios de la electricidad más caros. El Gobierno de derecha y ultraderecha holandés ha sacado ya los impuestos al CO₂, las subvenciones a la movilidad eléctrica y proyecta 4 nuevas centrales nucleares.

De ahí que estas no sean unas elecciones europeas más a las que la ciudadanía suele asistir con cierto desinterés. En esa contienda electoral hay mucho en juego. Los lobbies nuclear y fósil han puesto muchos recursos económicos para crear un clima hostil hacia la agenda 2030 europea que favorece sus intereses y hay partidos dispuestos a realizar su trabajo.

La UE ha dispuesto a través de sus directivas que, para cumplir con los objetivos de reducción de emisiones que le corresponden (un 55% de reducción en 2030), la Unión debe alcanzar un 42,5% de energías renovables de toda su energía consumida. Éste no es un objetivo genérico sino que va acompañado de medidas de obligado cumplimiento por los países miembros como por ejemplo:

  • Un objetivo vinculante de reducción del 14,5% de la intensidad de gases de efecto invernadero en el transporte mediante el uso de energías renovables dentro de 2030.
  • La industria deberá aumentar anualmente el uso de energías renovables en un 1,6%.
  • En usos residenciales, las nuevas normas fijan un objetivo indicativo de al menos un porcentaje del 49% de energía renovable para los edificios en 2030.
  • Las energías renovables pasan a ser consideradas de mayor interés público.

Es evidente que esta agenda consensuada entre los estados de la Unión, la Comisión Europea y el Parlamento, y que hasta ahora era asumida tanto por la derecha y liberales, como por la izquierda y los verdes, está ahora cuestionada por fuerzas políticas de ultraderecha que pueden hacer descolgar a la derecha europea que hasta ahora, aunque arrastrando los pies, las asumía.

Hay que tener en cuenta que los objetivos fijados por la UE todavía están lejos de lo que los científicos consideran que debería hacerse a nivel global. Pero, es evidente que si la UE se echara atrás de sus objetivos, también lo harán el resto de países industrializados , y que cualquier retraso supondría un fracaso de la política climática, poniendo en riesgo la pervivencia de muchas especies, incluida la nuestra, en el planeta Tierra.

Ante esta situación desde Renovem-nos hacemos un llamamiento a la ciudadanía a ir a votar el domingo 9 de junio pensando en la salud del planeta. Éste es el voto que decidirá el devenir climático que viviremos en el futuro cercano y en el que vivirán durante siglos las próximas generaciones.